¡Vaya día que llevo! No es que haya sido malo, al contrario. Lo que pasa es que no he podido dormir, y estoy todo el día metida en mi mundo. Ni siquiera me fijo en lo que tengo alrededor, y mucho menos presto atención a lo que me hablan. ¿Enamorada? No, eso es imposible..no hay alguien especial en mi vida. ¿Entonces? ¡Agg!, no tengo ni idea. Un momento.. ¿tienes ganas de llorar? No, no puede ser. No. ¿Hace cuánto que no lloro? ya han pasado muchos días, demasiados para que yo esté sin soltar ni una lágrima. Play. Sonando la lista de reproducción. Vuelvo a mi mundo y salgo de él unas cuántas veces. ¡Seré imbécil! Ya estoy llorando, pero.. ¿por qué?
lunes, 12 de diciembre de 2011
Pasa que llevaba toda mi vida esperando algo que me diese felicidad, lo más mínimo, porque el día a día era una completa amargura. Y entonces, te levantas una mañana, como otra cualquiera, y te invitan a una fiesta. Y esa noche, te cambia la vida, te la cambia por completo. Aparece un chico.. normal, pero con los ojos más bonitos que has visto jamás, y que con un solo beso y unas cuantas palabras.. te hipnotiza. Pero no pasa como siempre no, ya sabes que ese chico es tuyo, que es lo que tanto tiempo has esperado. Y se cumple, y te hace feliz por mucho tiempo, ya que piensas que es la persona más perfecta del universo. Pero un día te levantas, y el amor de tu vida, por quien diste más que todo, se va, entonces..te quedas sin nada. Y todo vuelve a TU normalidad, todo negro, sin salida. Incluso vivir se convierte en una pesadilla, porque en realidad, estas muerta por dentro. Ya no queda esa esperanza de volver a ni siquiera rozar la felicidad. Con el tiempo uno aprende que el “nunca más” nunca se cumple, y el “para siempre”, siempre termina. Pero lo bueno de un corazón roto es que no puede volver a romperse. Y a pesar del impensable e inigualable daño que tú me hiciste.. No te olvido, ni te olvidaré, porque nací para amarte.. te guste o no.
